El cortisol es una hormona esteroide que normalmente y de manera apropiada se libera en respuesta a actividades tales como el despertar, hacer ejercicio y tratar de estrés agudo. En lo que se refiere a la nutrición, cortisol ayuda con la selección del tipo correcto de fuente de energía ya sea de los carbohidratos, grasas o proteínas para su uso en el cuerpo. El problema surge con el cortisol cuando se crónicamente elevados debido a este estrés ejerce una presión sobre la función inmune del cuerpo y el peso del cuerpo y aumenta el riesgo de enfermedades crónicas. Por lo tanto, la resolución de altos niveles de cortisol son imprescindibles para su salud. La terapia nutricional puede ayudar.
Baja carga glucémica
En situaciones de estrés, cortisol es responsable de proporcionar los nutrientes para el cuerpo a partir de glucosa, que es normal. Si el estrés es prolongado, sin embargo, los niveles de azúcar se mantienen altos porque el cortisol proporciona constantemente la glucosa en el cuerpo para obtener energía. El consumo de hidratos de carbono que tienen un pequeño efecto sobre el azúcar en la sangre, o una carga glucémica baja, ayuda a contrarrestar los efectos del estrés y los niveles elevados de cortisol. Los alimentos con una carga glucémica baja incluyen granos enteros panes, avena, jugo de tomate, todo el cereal de salvado, cebada, arroz integral, bulgur, pomelo, frijoles negros, garbanzos, soja, guisantes, zanahorias y batatas.
Las grasas saludables
niveles elevados constantes de cortisol se consideran inflamatoria. Debido a esto, los alimentos con propiedades anti-inflamatorias son opciones saludables para hacer frente a los altos niveles de cortisol. Una dieta rica en grasas saludables, insaturados son conocidos por tener efectos anti-inflamatorios, un estudio en el "Diario del Colegio Americano de Cardiología" notas de marzo de 2006. Estas grasas son conocidos como ácidos grasos omega-3. Una dieta rica en grasas saludables tiende a desplazar la ingesta dietética de los alimentos ricos en grasas pro-inflamatorias tales como grasas saturadas y grasas trans. Las fuentes de grasas saludables incluyen nueces, semillas de lino, semillas de cáñamo, aceite de canola, aceite de oliva virgen extra, aguacate, salmón, arenque, atún, la caballa y las sardinas.
Frutas y vegetales
El consumo de una dieta rica en frutas y verduras maximiza la ingesta de fibra, las vitaminas, minerales, antioxidantes y fitonutrientes que necesita para disminuir la inflamación en el cuerpo y reducir el cortisol a niveles más saludables. Los nutrientes en frutas y verduras reparar los daños causados por la inflamación y prevenir más daños a partir de moléculas inflamatorias. Las frutas y verduras para consumir incluyen sandía, fresas, frambuesas, arándanos, cerezas, piña, melocotones, uvas, manzanas, aguacates, plátanos, zanahorias, brócoli, coles de Bruselas, remolacha, judías verdes, col, cebollas, guisantes, espinacas, acelgas y tomates.
La cafeína, el alcohol y el estrés
La terapia nutricional para bajar los niveles de cortisol incluye alcohol con moderación o no en absoluto. Además, la cafeína es un contribuidor a la inflamación en el cuerpo y debe ser reducido o eliminado. Dado que los niveles crónicamente elevados de cortisol son a menudo debido al estrés, controlar el estrés en su vida también se puede recorrer un largo camino en la mejora de los niveles de cortisol, además de la terapia nutricional.