Dieta para personas con cáncer de tiroides

by admin

El cáncer de tiroides afecta aproximadamente a 37.000 personas cada año, de acuerdo con la Clínica Mayo. La glándula tiroides está situada en la parte inferior de su cuello. La tiroides libera hormonas que son responsables de las funciones del cuerpo, tales como la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Cuando se trata el cáncer de tiroides, una dieta baja en yodo puede aumentar la eficacia de los tratamientos de radiación, según la Asociación Americana de la Tiroides. Comer una dieta saludable también puede prevenir la propagación del cáncer.

Dieta baja en yodo

Una dieta baja en yodo agota el almacenamiento del cuerpo de yodo. El propósito de este proceso es para aumentar la eficacia de los tratamientos radiactivos para combatir el cáncer de tiroides. Durante el tratamiento, el cuerpo va a absorber el yodo mejor porque el cuerpo ha sido tan agotado de yodo.

Durante el uso de la dieta baja en yodo, no consumen más de 50 microgramos de yodo por día, según la Asociación Americana de la Tiroides. Una sola cucharadita de sal yodada contiene 400 microgramos de yodo, a fin de ver de cerca el consumo de sal yodada.

Alimentos que deben evitarse en la dieta baja en yodo

Alimentos para evitar que sean ricos en yodo son el pescado, productos lácteos, yema de huevo, productos de panadería comprados en la tienda, y el chocolate. Además, evite la soja, frijoles y pieles de patata. Los suplementos vitamínicos que contienen yodo también debe ser evitado. Antes de seguir una dieta baja en yodo, siempre hable con su médico.

Otras opciones de dieta

Incluso si usted no está recibiendo la radiación, algunos cambios en la dieta pueden ayudar a sus esfuerzos de recuperación. Las verduras crucíferas están llenas de carotenoides, fibra y ácido fólico, que pueden ser propiedades contra el cáncer, de acuerdo con la Clínica Mayo. Al comer estos vegetales, asegúrese de no quemar, lo que destruye las propiedades anticancerígenas.

Además, abastecerse de uvas, que son ricos en proantocianidinas y el resveratrol. Estos nutrientes pueden bloquear los radicales libres, que dañan las células sanas. Los estudios en animales han demostrado también que los ácidos grasos omega-3 pueden inhibir el crecimiento del tumor.

ETIQUETA: