El pie de atleta, también conocida como la tiña de los pies o tinea pedis, es una afección bastante común que afecta a muchos adolescentes y adultos. La enfermedad afecta a las plantas de los pies y la piel entre los dedos, y es causada por una infección.
La infección, conocida como el hongo Trichophyton, se transmite por contacto directo. Los gérmenes de este hongo son muy comunes alrededor de las piscinas, duchas y gimnasios. Una persona puede adquirir el hongo por el uso de zapatos o calcetines de otra persona. En algunos casos, el hongo se realiza también por los animales, y es contagiosa, no importa de dónde viene.
Aprender a reconocer los síntomas del pie de atleta ayudará a las personas a encontrar un tratamiento rápido que proporciona un alivio muy bienvenido.
Instrucciones
1 Revise sus pies a menudo, especialmente si se baña en la escuela o en un gimnasio local. Busque las áreas de los pies que están húmedos, o los que parecen tener un tinte suave de color gris. Busque escamas rojizas entre los dedos de los pies, a lo largo de la parte superior del pie o en la suela.
2 Esté pendiente de la piel muerta entre los dedos, especialmente los dedos cuarto y quinto. Si bien es normal encontrar descamación de la piel entre los dedos o alrededor de los tobillos, la piel muerta causada por el hongo del deportista-pie es abundante, y causa picor intenso.
3 Busque las áreas de los pies que aparecen de color rojo, como si de una quemadura de primer grado. Estas áreas pueden picar como un loco o se sienten como si estuvieran ardiendo. También esté atento a las pequeñas ampollas que pueden aparecer en la parte inferior de los pies, o alrededor de los dedos de los pies.
4 oler sus pies. Claro, que no suena bien, pero el hongo del pie de atleta desprende un olor a humedad. Así que adelante y comprobar.
Consejos y advertencias
- Después de la ducha o el baño, secar cuidadosamente los pies. Use correas o calzado especial del agua en la ducha en el gimnasio o en la comunidad local de la piscina, o en las duchas de la escuela.
- Si no se trata, el pie de atleta puede dar lugar a infecciones bacterianas o una erupción que puede extenderse a las manos o la cara.