Los estadounidenses han tenido una historia de amor con los alimentos salados, a pesar de que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades indican 2 de cada 3 adultos tienen que reducir su ingesta de sodio. Lo que muchos no se dan cuenta es que una dieta alta en sodio puede contribuir a una serie de enfermedades como la hipertensión, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, enfermedad renal, osteoporosis, enfermedad de Ménière y edema.
consideraciones
La principal fuente de sodio en la dieta no es de un salero, se envasa, alimentos procesados y de restaurantes. De hecho, el sodio en dicho alimento es responsable de hasta el 80 por ciento de la ingesta diaria de sodio de una persona. Sin embargo, otras fuentes se suman, también. Algunos productos de uso común con sodio incluyen bicarbonato de sodio, polvo de hornear, antiácidos, laxantes y remedios para la tos. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos estima que el estadounidense promedio consume 4.000 mg de sodio al día, mucho más que la recomendación máxima de 2.300 mg, que es la cantidad de sodio en tan sólo una cucharadita de sal. El CDC informa que el 69 por ciento de los estadounidenses --- personas mayores de 40, los afroamericanos o los que tienen ciertas condiciones médicas --- que tenga que reducir aún más, a no más de 1.500 mg de sodio por día.
El sodio y enfermedad cardíaca
En los EE.UU., 16 millones de adultos tienen enfermedad cardíaca y 5,8 millones se estima que han tenido un accidente cerebrovascular, la mayor parte precipitada por la presión arterial alta. Cuando la ingesta diaria de sodio se reduce de 4.000 a 2.000 mg, la presión arterial disminuye, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades del corazón. La reducción del sodio también puede ayudar a mejorar la eficacia de los medicamentos que se usan para la presión arterial alta.
Enfermedad de sodio y de riñón
Los médicos a menudo recetan dietas bajas en sodio para sus pacientes renales, incluyendo las personas con cálculos renales y enfermedades renales. En el caso de cálculos renales, se cree que una dieta baja en sodio puede reducir el riesgo de cálculos futuros puesto que el sodio alto en la orina se ha relacionado con la enfermedad. Aquellos pacientes con formas de enfermedad renal crónica tienen que controlar de sodio para mantener la presión arterial y prevenir la hinchazón.
El sodio y Osteoporosis
Un estudio publicado en la edición de octubre de 1995 de la "American Journal of Clinical Nutrition", reportó una relación entre una elevada ingesta de sodio y una reducción de la densidad ósea que puede conducir a la osteoporosis. El estudio concluyó que la cantidad de calcio que se pierde como resultado de comer una dieta alta en sodio puede ser de hasta 900 mg al día.
El sodio y la enfermedad de Ménière
La enfermedad de Ménière es una anormalidad del oído interno que causa una serie de síntomas, incluyendo mareos severos y tinnitus. La enfermedad no se puede curar, pero los síntomas se pueden controlar mediante la reducción de la retención del cuerpo de fluidos a través de un bajo contenido de sal o dieta sin sal y sin cafeína o alcohol.
Sodio, edema y la salud en general
La reducción del sodio ayuda a prevenir la acumulación de líquido en las piernas o el abdomen inferior, una condición conocida como edema, que también puede causar aumento de peso global. El consumo de alimentos altamente procesados cargados de sal también tiende a reducir la cantidad de alimentos saludables en la dieta. Si usted elimina los alimentos procesados, alimentos naturales sustitutos como frutas y verduras por naturaleza un bajo contenido de sodio, pero llenas de vitaminas y minerales que contribuyen a la buena salud en general.