El trastorno bipolar es una enfermedad crónica que se diagnostica en un 1 por ciento de todos los adolescentes. Es extremadamente incapacitante e interrumpe todos los aspectos de la vida, sin embargo, con frecuencia se diagnostica erróneamente. Reconociendo los síntomas tan pronto como sea posible, a continuación, la búsqueda de ayuda profesional para recibir un diagnóstico preciso, es la clave para mejorar el resultado.
Dos síntomas principales
El trastorno bipolar se llamaba depresión maníaca, que describe los dos síntomas principales: la manía y la depresión. Para ser diagnosticado con el trastorno bipolar, tiene que haber recurrentes cambios de humor, variaciones continuas entre la manía y la depresión. La gravedad y la duración de los episodios maníacos y depresivos pueden variar, pero los cambios de humor deben ser evidentes. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) es el manual médico que los profesionales utilizan para definir los síntomas y hacer un diagnóstico.
Fase maníaca
Según el DSM los síntomas de la manía son persistentes, elevado, estados de ánimo eufórico o irritable expansivas durante al menos una semana y con al menos uno de los siguientes: aumento de la autoestima, disminución de la necesidad de dormir, locuacidad extrema, pensamiento acelerado, distracción, aumentó actividad o la agitación y los comportamientos arriesgados.
Mania afecta a los sentimientos, patrones de pensamiento y las funciones biológicas. Los adolescentes con manía a menudo describen a sí mismos como algo de ejercicio, creativo e inteligente. El adolescente con trastorno bipolar pueden experimentar muchas ideas para volar a través de su cabeza que ni siquiera pueden administrar para expresar lo que están pensando. Su energía es tan alto que pueden ser incapaces de quedarse quieto por mucho tiempo o para dormir. Pueden comenzar a creer que son invencibles, haciendo que se dedican a actividades peligrosas, incluyendo el abuso de sustancias. En su forma más severa, los de un episodio maníaco pueden llegar a ser delirante o paranoico.
Fase depresiva
DSM señala los síntomas de la depresión. Al menos cinco de los siguientes debe considerarse la mayor parte del tiempo durante al menos dos semanas: deprimido o irritable la mayor parte del tiempo; insomnio o exceso de sueño; la falta o aumento del apetito; el movimiento o agitación lenta; pobre concentración; incapacidad para pensar; indecisión; falta de energía; sentirse inútil; y pensamientos suicidas.
En la otra cara de la manía, la fase depresiva se caracteriza por energía extremadamente bajo. Los adolescentes pueden ser inusualmente triste y dejar de participar en actividades que antes eran normales. Su mente funciona tan lentamente que no pueden tomar decisiones y que están llenos de pensamientos negativos - que no son lo suficientemente buenos, que son feos, o creen que son incapaces de realizar tareas. Los adolescentes con depresión se sienten muy desesperada y pueden decidir que ya no quieren vivir. La depresión suele ir acompañada de síntomas físicos reales, tales como dolores de estómago o dolores de cabeza.
Subtipos de trastorno bipolar
Los diferentes subtipos de trastorno bipolar demuestran la variación que se puede ver en los síntomas: Bipolar I - cambios típicos en la manía y la depresión; Bipolar II - manía ligeramente menos intensa (hipomanía), pero con oscilaciones típicas del estado de ánimo; Bipolar mixto - manía y la depresión se producen de forma simultánea; Bipolar de ciclo rápido - muchos periodos de manía y depresión; Bipolar con síntomas psicóticos - cambios de humor más clásicos alucinaciones o delirios; y trastorno ciclotímico - hipomanía y depresión leve.
Normal frente sintomático
Teniendo en cuenta la fluctuación de los sentimientos y estados de ánimo que normalmente acompañan el viaje hasta la adolescencia, puede ser difícil discernir donde los problemas se vuelven sintomáticos de un trastorno grave. La clave consiste en medir la cantidad de los síntomas interfieren con el funcionamiento diario. Tenga en cuenta la edad, lo que es típico para el individuo, y lo que provoca el estado de ánimo. Es su comportamiento razonable teniendo en cuenta las circunstancias? ¿Son capaces de controlar su propio comportamiento cuando se convierte en extrema? Prestar atención a la intensidad y duración de los síntomas, mantener registros y buscar el ciclismo consistente entre la depresión y la manía.
La obtención de un diagnóstico
El conocimiento de los síntomas es el primer paso. Siguiendo con un profesional para obtener un diagnóstico exacto es el siguiente. Es fundamental para obtener ayuda profesional, porque el trastorno bipolar se diagnostica erróneamente con frecuencia. Puede ser enmascarada por, o confundirse con otros trastornos, como la esquizofrenia, la depresión mayor, el TDAH, trastorno de oposición desafiante, el síndrome de Asperger y los trastornos de ansiedad. Otra razón para buscar un diagnóstico es que el tratamiento temprano se inicie, mejor son las posibilidades de mejorar la capacidad de funcionar y la calidad de vida. Su médico de cabecera o pediatra puede ser la primera parada, pero no dude en encontrar un profesional de salud mental si los síntomas continúan.