De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el cáncer es la segunda causa más común de muerte en los Estados Unidos, después de las enfermedades del corazón. El Instituto Nacional del Cáncer afirma que a pesar de que ha habido una disminución general de las tasas de cáncer, el cáncer de páncreas y del hígado han seguido aumentando. Ha habido muchos estudios realizados para identificar las hierbas no tóxicas que pueden prevenir o tratar el cáncer.
El ginseng asiático
Muchos de los estudios sobre el ginseng asiático implicó el uso de una combinación de hierbas, por lo que no concluyen ya sea por sí solo puede ser utilizado para tratar dolencias. Sin embargo, la investigación sugiere que el ginseng asiático puede ser beneficioso para la salud cardiovascular, la salud del sistema inmunológico, el rendimiento mental, la diabetes tipo 2, el alivio del estrés, el bienestar, la enfermedad, la fertilidad, la resistencia física de Alzheimer y síntomas de la menopausia. Se han realizado muchos estudios que muestran una correlación entre la hierba y una reducción en el crecimiento de tumores, pero se necesita más investigación. En un estudio citado por la Universidad de Maryland Medical Center, los sujetos que ingirieron el ginseng tenían un menor riesgo de cánceres de hígado, páncreas, estómago, ovario y pulmón. En el estudio participaron 4.634 personas en el transcurso de cinco años. No lo hizo, sin embargo, tener en cuenta factores tales como los hábitos alimentarios.
Ajo
utilizado históricamente como alimento y una medicina, el ajo no sólo es rico en antioxidantes pero también se ha encontrado en una variedad de estudios para limitar o tratar la enfermedad cardiovascular, las condiciones de hongos y el resfriado común. Una de las mayores áreas de tratamiento que han sido examinados es en el cáncer. Estudio de Salud de la Mujer de Iowa llegado a la conclusión de que las mujeres que consumían regularmente el ajo, las verduras y las frutas tenían una reducción del riesgo del 31% de desarrollar cáncer de colon. El análisis incluyó 41.000 mujeres de mediana edad durante un largo período de tiempo. De acuerdo con la Universidad de Maryland Medical Center, una serie de otros estudios sugieren que las dietas que incluyen el ajo puede proteger contra la próstata, laringe (garganta) y los cánceres de mama; mejorar las funciones del sistema inmunológico para aquellos con enfermedad hepática o cáncer de páncreas; y limitar los efectos de la quimioterapia como la falta de apetito y la fatiga.
Té verde
utilizado tradicionalmente como medicina a través de muchos países asiáticos, el té verde se consume tanto comúnmente y ampliamente estudiada. Se ha demostrado para reducir o tratar dolencias tales como el colesterol alto, enfermedad inflamatoria del intestino, la aterosclerosis (enfermedad de la arteria coronaria), enfermedad hepática y diabetes. Ha habido estudios realizados sobre los efectos del té verde en ovario, de vejiga, de mama, de pulmón, de páncreas, de esófago, piel, próstata y cáncer de estómago. De acuerdo con la Universidad de Maryland Medical Center, sus efectos sobre el cáncer de mama es uno de los más probado y mientras que los estudios tenían diferentes conclusiones, que se mantuvo constante fue que beber té verde parece limitar el desarrollo o el crecimiento del cáncer de mama en mujeres menores 50 años de edad (o antes de la menopausia).