La hipertensión, o presión arterial alta, ha sido asociado con la obesidad. Mientras que la obesidad puede contribuir a una serie de condiciones relacionadas que causan la hipertensión, otras causas pueden desempeñar un papel. Opciones de la dieta y estilo de vida que pueden contribuir a la obesidad también pueden empeorar la presión arterial. La genética también se pueden añadir a los efectos negativos de la obesidad.
La obesidad y los vasos sanguíneos de la Salud
Como se ha señalado en Nature.com, una gran cantidad de tejido adiposo, o grasa, tejido contribuye a la resistencia a la insulina. El consiguiente aumento de la producción de insulina tiene varios resultados posibles, incluyendo un engrosamiento de las paredes de los vasos sanguíneos. A medida que se vuelven más gruesas, las paredes de los vasos se vuelven más rígidos. venas y arterias más rígidas son menos capaces de doblarse y flexionarse para acomodar el flujo de sangre, y sin la capacidad de sus venas 'para estirar, su presión arterial se incrementarán. Alta LDL circulante y relaciones más bajos de HDL asociados con la obesidad también contribuyen a la formación de placa, que se estrecha aún más los vasos sanguíneos. La obesidad también contribuye a la homocisteína, que puede resultar en la inflamación adicional.
La hipertrofia cardiaca y el gasto cardiaco
En una revisión de 2007 publicada por la American Physiological Society, hipertrofia cardiaca se observa como un efecto común de la obesidad. Cuando ya sea una cámara cardiaca o todo el corazón se agrande, aumenta el gasto cardíaco. El gasto cardíaco también puede aumentar debido a los niveles aumentados de adrenalina. Este aumento de la adrenalina provocó que su corazón trabaje más duro. Este aumento de la actividad circula la sangre circula más rápidamente y aumenta la presión a medida que la sangre fluye a través del espacio limitado dentro de sus vasos sanguíneos endurecidos, engrosadas.
Las funciones del riñón y el volumen sanguíneo
La obesidad y condiciones relacionadas, como la diabetes, también pueden afectar a los riñones y hacer que retener sal y agua. Cuando los riñones retienen el agua, aumenta el volumen de la sangre de su cuerpo. Existe una correlación directa entre el volumen sanguíneo y la presión arterial, que se detalla por el Departamento de universidad de la ciudad de Santa Bárbara de Ciencias Biológicas. El aumento en el volumen de sangre provoca un aumento del retorno venoso de la sangre al corazón, lo que resulta en un aumento en el volumen sistólico. Su presión arterial se eleva entonces en respuesta a este aumento de la actividad cardíaca.
Efectos de la sal y sodio
En junio de 2010, investigadores de la Facultad de Medicina de Georgia documentaron las conexiones entre el exceso de grasa y la retención de sodio. Esto ocasiona un aumento de la sensibilidad de sodio en algunos casos y, debido a la obesidad suele estar relacionada con los hábitos alimentarios poco saludables, su sensibilidad a la sal puede agravarse aún más por el alto contenido de sal en los alimentos. Un exceso de sodio puede aumentar la rigidez en las arterias periféricas. Su presión sanguínea se ve afectada por esta rigidez aumentada. El endurecimiento de las paredes de los vasos sanguíneos debido a otros factores relacionados con la obesidad puede agravar aún más este problema.