Un absceso dental es una infección bacteriana en el centro del diente, o la raíz del diente. Los síntomas son dolor extremo, el enrojecimiento y la inflamación de las encías. En casos severos, el absceso puede resultar en la ebullición en la encía. Un absceso dental es un signo de decadencia, y debe ser tratado por un dentista. Sin embargo, si no se puede llegar a un dentista, hay tratamientos que se pueden utilizar para tratar el absceso en casa.
Controlar la infección
Enjuagar la boca. Combinar una mezcla de una parte de agua, tan caliente como se puede soportar, y dos partes de sal de una mezcla un tanto saturado. Enjuague su boca con esta mezcla cada media hora. La sal le ayudará a sacar el pus y aliviar la presión sobre el diente. También va a matar algunas de las bacterias.
Controlar la hinchazón
Tomar una aspirina para reducir la hinchazón. El morder en una aspirina para bebés, o dejar que una masa fundida por vía sublingual obtendrá el medicamento en su sistema para proporcionar un alivio rápido.
Controlar el dolor
Frote el aceite de anís directamente sobre las encías. Anís tiene antiséptico, así como propiedades analgésicas.
Deshacerse de la ebullición
Esterilizar un alfiler sosteniéndolo sobre una llama durante 20 segundos. Inmediatamente meter la llaga, y exprimir el pus. Enjuague su boca con peróxido tan pronto como haya terminado.
Estimular su sistema inmune
Aumentar la ingesta de vitamina C a través de vitaminas, conseguir por lo menos ocho horas de sueño por la noche y comer una dieta equilibrada. Esto ayudará a su cuerpo a combatir infecciones.