Los tanques de oxígeno consisten en depósitos de metales pesados que proporcionan oxígeno adicional para aquellos que no reciben suficiente de respiración regular. Las personas con enfermedad pulmonar, enfermedad cardíaca o anemia a menudo necesitan estos tanques para sobrevivir. Cada parte de su tanque - el regulador, concentrador de oxígeno, cilindros, maletín de transporte y tubos - se debe mantener para su tanque funcione correctamente y de manera eficiente. El conocimiento de cómo cuidar a un torreón de oxígeno le mantendrá sano y seguro.
Instrucciones
1 Limpie el cilindro y el regulador, que se sujeta en la parte superior del cilindro, con un paño húmedo, limpio cada vez que vea cualquier suciedad o polvo en ellos. No utilice ningún producto de limpieza o ceras, ya que pueden contener elementos inflamables.
2 Busque el concentrador, el dispositivo que filtra el aire y saca las partículas de oxígeno, concentrándolos. En el interior, verá un filtro que necesita ser limpiado semanal. Lavar este filtro en agua jabonosa, enjuagar completamente y secar con una toalla limpia. Coloque el filtro nuevo en su lugar cuando se seca.
3 Vuelva a colocar la cánula nasal - la pieza que se sujeta en la nariz - cada dos semanas. Vuelva a colocar el tubo de extensión cada 90 días. Bote el tubo de edad para que no se confunda con un tubo nuevo.
4 Reordenar oxígeno mucho antes de que lo necesite para que no se quede fuera. El manómetro le dirá la cantidad de oxígeno que queda en el tanque.
Consejos y advertencias
- No utilice grasa, esmalte, aceite o lubricantes en su tanque, ya que pueden ser extremadamente inflamables y promover los problemas en lugar de resolverlos.