El asma es una enfermedad crónica que se caracteriza por un estrechamiento de los conductos respiratorios. Esto se traduce en falta de aliento, tos, fatiga y respiración sibilante. El asma aguda puede causar a la víctima a tener ataques de asma (dificultad para respirar, junto con tos severa y sibilancias). Numerosos medicamentos e inhaladores están disponibles para las personas con asma. Sin embargo, también hay varias maneras naturales para su gestión.
evitar disparadores
El asma es a menudo provocada por patógenos o agentes como el polvo y la caspa de suspensión en el aire. Tome precauciones para limitar su exposición a estos agentes. Encajonar sus colchones y almohadas con cubiertas libres de polvo para reducir su exposición al polvo mientras duerme. Mantenga las manos y la cara lejos de la alfombra o reemplazar la alfombra con el suelo duro. Si tiene mascotas, mantenerlos limpian y se aplanan con regularidad reduce la caspa en su casa. Intente limpiar su casa con regularidad y eliminar de pie polvo de la superficie de las mesas y armarios.
Estilo de vida
Buscando un estilo de vida saludable limitará los efectos del asma. Mantener un régimen de ejercicio adecuado - por lo menos 30 minutos al día - y tratar de ejercer constantemente en lugar de forma esporádica. El ejercicio ayuda a regular los síntomas del asma y reduce la posibilidad de un ataque asmático. También fortalece el corazón y los pulmones, lo que mejora la respuesta del cuerpo a asma. Algunos tipos de asma se agravan por el ejercicio, por lo que hablar con un médico o profesional médico si los síntomas empeoran con la actividad física.
Mantener un peso adecuado y saludable es importante, ya que el exceso de peso puede empeorar los síntomas del asma y estará en riesgo de complicaciones más graves como la hipertensión y las enfermedades del corazón. Considere la posibilidad de abstenerse de irritantes como los cigarrillos y cigarros si tiene asma. Fumar estrecha los conductos respiratorios y daña los pulmones, lo que agrava los síntomas de asma.
Los alimentos ricos en antioxidantes ayudan a proteger los conductos respiratorios, aliviando los efectos del asma. Estos incluyen los arándanos, las cebollas y las manzanas (por nombrar algunos). Los alimentos o suplementos ricos en magnesio o quercetina pueden lograr el mismo efecto. El consumo de jugo de lima o limón infundido con agua puede ayudar a prevenir los ataques de asma. Además, los ataques de asma pueden ser disminuidos por la inhalación directamente sobre un tarro de miel, que promueve un efecto calmante en la garganta y los pulmones.
Advertencia
Mientras que los remedios naturales y tratamientos parecen ser prometedores, no son sustitutos de los medicamentos o prescripciones convencional. No reemplace un inhalador o medicamento oral con suplementos naturales o prácticas no se hayan pedido expresamente que lo haga por un médico.