Una fiebre alta puede causar un ataque conocido como una convulsión febril. Son más comunes en los niños pequeños, especialmente los bebés. Las convulsiones febriles son generalmente inofensivos a menos que estén acompañados por prolongadas o factores de riesgo específicos.
Los síntomas
Las convulsiones febriles a menudo causan al niño a temblar incontrolablemente y perder la conciencia. El niño también puede llegar a ser rígido o contracción en casos raros.
Duración
Las convulsiones febriles por lo general duran menos de dos minutos. Pueden ser tan breve como unos pocos segundos o tan largo como 15 minutos.
Factores de riesgo
Las convulsiones febriles ocurren más comúnmente en niños entre 6 meses y 5 años de edad, especialmente las menores de 15 meses. Otros factores de riesgo incluyen fiebres frecuentes y antecedentes familiares de convulsiones febriles.
Tratamiento
Una convulsión febril en niños por lo general no requiere hospitalización a menos que dure por un largo período de tiempo o es causada por una infección grave. Un médico sólo debe recetar anticonvulsivos en casos raros debido a los graves efectos secundarios de estos fármacos.
Pronóstico
Las convulsiones febriles son casi siempre inofensivas, pero pueden aumentar el riesgo de epilepsia en casos raros. Estos incluyen los niños con retraso del desarrollo, parálisis cerebral o problemas neurológicos.