De la abundancia de vitaminas disponibles en el mercado hoy en día, un número selecto se utilizan para la artritis de la rodilla. Estos incluyen vitaminas del grupo B (vitamina B5, vitamina B3, vitamina B6, vitamina B12), vitamina C, vitamina D, vitamina E y vitamina K. Las vitaminas B y C son solubles en agua y pasa por uno de orina, mientras que las vitaminas D, E y K son solubles en grasa y se almacenan en el hígado. Si bien estas vitaminas pueden no curar completamente la artritis, ellos fortalecen los huesos que rodean las articulaciones de las rodillas y los relacionados.
Vitaminas B
Las vitaminas B, en general, son buenos para reducir la inflamación y ayudar en el desarrollo de los tejidos sanos como los músculos, los huesos, las articulaciones y la piel. La vitamina B3 dilata las arterias pequeñas, aumentando el flujo sanguíneo. Las vitaminas B5 y B6 reducir la inflamación del tejido. La vitamina B12 ayuda a la formación de células, la digestión, la producción de mielina y la protección del nervio, y aumenta el efecto de los medicamentos contra el dolor cuando se combina con la vitamina B1. La vitamina del complejo B se puede encontrar en la leche, hígado, cereales integrales, levadura, huevos, carnes, nueces, pescado, yogur y frutos de cerveza.
Vitamina C
La vitamina C mejora el sistema inmunológico, lo que permite una mejor absorción de los nutrientes, y protege el cuerpo de los radicales libres como antioxidante. También ayuda a construir el cartílago sano, articulaciones y vasos sanguíneos. Kiwi, naranjas, melones, fresas, plátanos, aguacates y guayabas son las frutas que están llenos de vitamina C. El consumo de estas frutas puede prevenir y ayudar en la curación de enfermedades como la artritis que causan graves problemas en las articulaciones.
Vitamina D
La vitamina D se ha encontrado para ayudar a mantener los huesos y dientes fuertes, mientras que la regulación de las células y reducir la inflamación. La vitamina D se puede encontrar en pescados como el salmón, la caballa, las sardinas y el atún, así como en la leche.
La vitamina E
La vitamina E aumenta la flexibilidad de las articulaciones y previene la inflamación de las articulaciones, que actúa como un antioxidante como la vitamina C. La vitamina E se encuentra ampliamente disponible en cápsulas o en forma líquida en las tiendas. A pesar de la eficacia de la vitamina E es especulativa, se ha afirmado que las personas que sufren de artritis de la rodilla son deficientes en vitamina E.
La vitamina K
La vitamina K ayuda al cuerpo en la fabricación de depósitos de minerales en los huesos, mientras que la prevención de la degeneración ósea y permitiendo que la sangre coagule. La vitamina K se encuentra en el repollo, espinacas y otras verduras de hoja verde o puede tomarse en forma de suplementos en dosis de 5 a 15 miligramos. Mientras que K1 a base de plantas y K2 son no tóxicos, K3 es sintético y debe ser evitado.