Cuando un niño se comporta de manera violenta, adultos interesados deben intervenir tan pronto como sea posible. profesionales de la salud mental pueden llevar a cabo una evaluación completa para determinar problemas médicos, sociales y psicológicos.
Participación paternal
En su libro "El papel del padre en el desarrollo del niño", Michael E. Lamb cita estudios científicos que han documentado el efecto positivo de la participación de los padres clínica como una intervención para los niños. Según Cordero, el comportamiento del niño mejora y la violencia disminuye con la participación de los padres.
proyecciones
Estudios de la División de Pediatría General y del adolescente un la Universidad de Minnesota, muestran que los exámenes psicosociales e intervenciones oficina también pueden controlar el comportamiento violento entre los adolescentes.
Metas
El tratamiento pretende centrarse en varios objetivos. Los niños tienen que aprender a lidiar con el estrés y la ira, verbalizar la ira de manera apropiada y acepta la responsabilidad y las consecuencias para el comportamiento. El asesoramiento también se ocupará de los asuntos familiares, los problemas escolares y variables sociales que pueden afectar al niño.