Numerosos tribunales internacionales han confirmado que todas las personas tienen los mismos derechos humanos básicos. Sin embargo los miembros más vulnerables de la sociedad, incluidos los enfermos mentales, son más propensos a ser víctimas de violaciónes de los derechos humanos y la discriminación. Las leyes y regulaciones están diseñadas para prevenir tales violaciónes y para garantizar la dignidad de los pacientes de salud mental.
Derechos humanos
Todos los seres humanos tienen derecho a un ambiente seguro y una nutrición adecuada y para ser tratados con dignidad. Mientras que todos los pacientes de cuidados de la salud tienen los mismos derechos, violaciónes de estos derechos en la atención de salud mental son más frecuentes que en los centros de atención de la salud física. Los pacientes también deben estar libres de la discriminación que resulta de estigmas contra las enfermedades mentales.
violaciónes
Algunos centros de salud mental tienen condiciones extremadamente insalubres, incluidos los desechos humanos en los pisos y paredes. Los pacientes a veces se les niega el acceso regular al baño y la higiene, y algunos no se les da un tratamiento médico oportuno para la enfermedad física. Los pacientes que han sido sometidos a la privación del sueño involuntario. Otros se les niega el acceso al aire fresco, ejercicio y comidas nutritivas. Además, muchos son objeto de discriminación en el lugar de trabajo y comunidad cuando se descubre su historia de enfermedad mental.
Protecciones legales
La Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas tienen tanto las comisiones internacionales de derechos humanos, entre ellos uno que se aplica específicamente a la salud mental. Estas agencias garantizan la ausencia de discriminación. El relator especial de las Naciones Unidas dice que todas las personas deben tener el mismo acceso a la medicación apropiada, un saneamiento adecuado y la educación sobre su salud. Este informe también dice que los pacientes no pueden ser sometidos a tratamientos no consentidos y tienen el derecho de controlar su propia salud.
Prisión y Salud Mental
violaciónes de los derechos humanos a veces se producen en situaciones de prisión. Según la organización Human Rights Watch, una de cada seis presos en la cárcel son enfermos mentales, un ritmo que es tres veces mayor que la población general. El personal penitenciario puede castigar a los presos con enfermedades mentales para los comportamientos que son síntomas de su enfermedad, tales como la sonoridad, desafío e incluso actos suicidas. Pacientes con enfermedades mentales en prisión no pueden ser adecuadamente protegidos de otros internos que pueden explotar ellos. El recorte de fondos también han causado una escasez de personal médico adecuado en las prisiones, lo que significa que los presos con enfermedades mentales no pueden tener acceso a la atención de salud mental adecuada.
Los tratamientos involuntarios
Si bien los derechos humanos garantizan la libertad de controlar la propia salud, a veces es necesario el tratamiento involuntario cuando los pacientes con enfermedades mentales se convierten en un peligro para ellos mismos o para otros. Los pacientes que están gravemente psicótico o esquizofrénico, por ejemplo, no pueden estar en un estado de ánimo para consentir el tratamiento necesario. En tales circunstancias, el sistema legal tiene leyes estrictas en su lugar lo que permite su internación involuntaria para tratamiento de duración limitada, y varios profesionales trabajan juntos para tratar de evitar abusos.