Introducción
Durante una biopsia de los pulmones, una pieza de tejido pulmonar se retira con el fin de ser examinados. Las biopsias se realizan generalmente porque una anormalidad se ha encontrado en el pulmón, el revestimiento del pulmón o en el pecho. Estas irregularidades se detectaron utilizando una prueba de diagnóstico, tales como una radiografía de tórax o una tomografía computarizada. Las anomalías que pueden requerir una biopsia de pulmón incluyen una masa o bulto, infección o inflamación.
Pulmón biopsia con aguja
Antes de realizar una biopsia de pulmón, una radiografía de tórax o una tomografía computarizada se deben tomar con el fin de determinar la ubicación exacta de la biopsia. Hay dos tipos de biopsias pulmonares pueden llevar a cabo. El más común de los dos, una biopsia pulmonar por punción, utiliza una aguja de biopsia especializada para extraer el tejido. Un médico aplica anestesia local en la piel sobre el sitio de la biopsia. Una pequeña incisión en la piel a través del cual se inserta la aguja. Una vez que la aguja y el tejido se retiran, se aplica presión a la ubicación de la biopsia para detener cualquier sangrado. El tejido se envía a un laboratorio para su análisis. Este es un procedimiento rápido que normalmente se completa en menos de una hora. La mayoría de los pacientes dicen que sienten una sensación de escozor al recibir el anestésico local y luego la presión y un dolor agudo cuando la aguja toque el pulmón. Este dolor es de corta duración. Un resultado anormal de una biopsia pulmonar por punción es normalmente debido a una infección causada por bacterias, virus u hongos, cáncer de pulmón, un trastorno inmunológico o neumonía.
Abrir-biopsia pulmonar
El segundo tipo de biopsia está abierto de circulación extracorpórea. Este es un procedimiento mucho más invasivo que la biopsia con aguja de pulmón y se realiza en un hospital bajo anestesia general, lo que significa que el paciente está inconsciente para la operación. Un tubo se alimenta a través de la boca y las vías respiratorias en los pulmones con el fin de facilitar la respiración y para evitar que el pulmón que se esté realizando la biopsia se colapse. Una vez que el tubo de drenaje torácico está en su lugar, un cirujano abre la cavidad torácica por encima de la ubicación de la biopsia y saca un trozo de pulmón que necesita ser examinado. El pecho se cierra entonces, pero la sonda pleural permanece en su lugar durante un máximo de dos días para asegurarse de que el pulmón sigue siendo funcional. Los pacientes se sienten somnolencia cuando se despiertan de esta cirugía debido a la anestesia. También pueden tener irritación en la garganta del tubo de pecho y dolor en el área de donde se tomó la biopsia. Un resultado anormal de una biopsia pulmonar abierta normalmente es causado por tumores benignos, cáncer, infección pulmonar o enfermedad pulmonar.