El autismo es un trastorno complejo que afecta a uno de cada 100 niños en los Estados Unidos. La Sociedad Americana de Autismo (ASA) describe el autismo como una discapacidad con una única causa conocida, sino como un trastorno que parece estar basada en la disfunción cerebral.
El papel del cerebro
El neurólogo Margaret Ayers presentó una investigación en una conferencia de la Universidad de Loyola haciendo hincapié en la necesidad de investigar el papel del cerebro en el autismo. Ayers sostiene que hay muchos individuos con autismo que no tienen antecedentes de vacunación genética o sugerir que los problemas causados su trastorno. Por otra parte, las exploraciones de cerebro de los niños típicos se ven muy diferentes de las de los individuos afectados con el autismo.
Ondas cerebrales
La Guía de Trastornos del Sueño página web define ondas cerebrales como los cambios cíclicos en la actividad cerebral eléctrica que reflejan los niveles de alerta y se mida por una prueba llamada un EEG (electroencefalograma). Hay cuatro tipos de ondas cerebrales: beta, alfa, theta y delta.
Las ondas delta
Las ondas delta se producen cuando una persona está inconsciente y en el sueño profundo y, a veces durante las actividades mentales difíciles. Estos tipos de ondas varían considerablemente de una persona a otra.
Estudio Ayers
Cuando Ayers observó los resultados del EEG de individuos con autismo, señaló algunos temas interesantes, como los picos de los patrones de ondas delta y conexiones asíncronas entre hemisferios.
Estudio de Washington
Un estudio de la Universidad de Washington expandió en los descubrimientos de Ayers. En concreto, se observó un alto nivel de conectividad en el hemisferio izquierdo, la intensificación de las ondas delta y theta. Estas irregularidades, lo que puede explicar muchos desafíos que experimentan los individuos autistas, sugieren la falta de comunicación interna de cerebros.